Por Daniel Díaz, director regional de Sernatur Atacama

Hace unos días, Chile fue reconocido como el mejor destino en turismo aventura en los premios World Travel Awards 2016, considerados como los Oscar de la industria turística: un premio que nos debe llenar de orgullo, pues es el fruto de un trabajo asociativo entre el sector público y el privado que se ha profundizado en los últimos años. Sin embargo, este logro otorgado por segundo año consecutivo al país nos obliga a seguir trabajando con más fuerza y convicción para instalar el turismo como una alternativa real para diversificar la monodependencia que tenemos de la minería, en el caso de Atacama.

La política de turismo Atacama 2016-2025 del Gobierno Regional reafirma el compromiso con un desarrollo sustentable e inclusivo respecto de las comunidades locales y el medio ambiente, en una zona que tiene la mayor parte de su potencialidad respaldada por bellos paisajes y valiosos ecosistemas que nos diferencian de otras zonas del país. Pero esto ya es camino recorrido, hoy lo que nos convoca a seguir trabajando firmemente es la aplicación de esta política regional de turismo, a través de su gobernanza descentralizada, que opera en las tres provincias de la región.

Por eso, Sernatur ha ingresado iniciativas de inversión por cerca de 1.400 millones de pesos al FNDR; ha apalancado iniciativas a través de Corfo, como el PEM, que pone en valor el Patrimonio Qhapaq Ñan; el PAE y los Nodos en Huasco y Chañaral; el Crece Turismo con Sercotec; hemos analizado junto con el MOP la infraestructura que necesitamos para desarrollar la industria turística regional; el Museo de la Minería para poner en valor el rescate de los 33 de Atacama y el patrimonio regional; las obras de mejoramiento que junto a Conaf estamos desarrollando en Pan de Azúcar; los programas de Infraestructura Rural en Alto del Carmen y Totoral, llegando a los rincones más apartados de nuestra región, porque creemos que es ahí donde debemos estar diversificando las experiencias que nuestros turistas valorarán y nos permitirán posicionarnos como un referente turístico del país.

Estas son solo algunas de las iniciativas que nos desafían a tener un alto grado de coordinación entre públicos y privados para ser capaces de entregar una oferta integral, diversa y sinérgica. La invitación, entonces, es a seguir trabajando unidos para poner a Atacama en la órbita mundial de los destinos más apetecidos por los viajeros.