Este emprendimiento sustentable de la Región del Ñuble alcanzó el tercer lugar en el concurso Más Valor Turístico 2019 de Sernatur.
Con una ubicación privilegiada en el Valle Las Trancas, en plena Reserva Mundial de la Biosfera Nevados de Chillán-Laguna del Laja–, el disfrute en Ecobox Andino es alucinante, porque, sea la época del año que fuere, el hermoso paisaje precordillerano acompaña la vista.
Ecobox es un refugio de montaña que brinda una experiencia acogedora de la mano de un servicio de alojamiento turístico de calidad, bajo conceptos de sustentabilidad. Desde 2007, este complejo turístico ha buscado conservar el máximo posible la vegetación nativa que otorga la naturaleza en este hermoso valle. Sus cuatro cabañas –Refugio del Cielo, Refugio del Sol, Refugio del Bosque y Refugio de la Tierra– están insertas en un bosque de ñirres y la conexión entre ellas es a través de pasarelas que disminuyen el impacto en la flora nativa. En definitiva, un servicio de alojamiento de alta calidad y con paisajes privilegiados.
La dueña de este emprendimiento, Rosa María Lama, expone su innovadora idea de usar contenedores para las cabañas: “Reutilizamos estos elementos que tienen carácter de desechos. Además, los materiales para la construcción de Ecobox son térmicamente muy eficientes e incorporan tecnologías sustentables”.
La empresaria de este afamado destino de la Región del Ñuble explica, además, que “este concepto se puede adaptar a cualquier destino, siempre y cuando al intervenir los containers se utilicen los materiales adecuados para los factores climáticos. Acá utilizamos energías limpias, como en la calefacción central, que es en base a pellets y es una opción positiva para llevar a cabo en un servicio de alojamiento, ya que los entes contaminantes son mínimos”.
Con diferentes acciones, en Ecobox Andino intentan disminuir el impacto ambiental. Por ejemplo, respecto al suministro de agua, una vertiente provee de este recurso, para después recibir un tratamiento especial y dejarlo potable. En relación a la electricidad, la iluminación es totalmente led y poseen cinco paneles fotovoltaicos para la recepción de energía renovable.
Asimismo, fomentan la responsabilidad medioambiental a través del trabajo de separación de residuos y la instalación de un punto limpio y receptáculos pequeños dentro del refugio. Con los desechos orgánicos, se obtiene compost que se utiliza en una huerta orgánica.
Rosa María es categórica. Dice que “aunque tenga la totalidad del complejo con los aspectos de sustentabilidad que se requieren, este es un proyecto que va avanzando. Lo hemos hecho así por trece años, con mucha dedicación y conciencia ambiental. Tratamos incluso de difundir este modelo entre la comunidad, de manera de que otras empresas y personas puedan aplicar prácticas sustentables que son muy elementales”.
Ecobox Andino aporta generando empleos para la comunidad local, principalmente mujeres de la zona. Asimismo, contribuye al desarrollo local con alianzas estratégicas de asociatividad en el área del turismo. Su propietaria detalla que estas estrategias se refuerzan en las temporadas en que se genera estacionalidad para aumentar los ingresos de los servicios turísticos del territorio.
De este modo, ha sabido complementar las estadías de sus pasajeros con otros servicios, como actividades al aire libre, promociones en áreas de recreación en un ecoparque temático del sector y otros paquetes turísticos en alianza con otras empresas.
El enfoque de sustentabilidad, el compromiso y el respeto con el medio ambiente de Ecobox Andino inspiran. Rosa María Lama, una de las ganadoras del concurso Más Valor Turístico de Sernatur, sabe bien su objetivo: “Tenemos como misión ofrecer una experiencia inolvidable, en que el descanso, la comodidad y la conexión con la naturaleza sean el elemento primordial en la estadía”.
Contáctanos
Escríbenos