Este viernes 8 de noviembre de 2024, el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad y el Cambio Climático, integrado por las carteras de Agricultura, Economía, Energía, Hacienda, Minería, Obras Públicas, Salud, Transportes y Vivienda, aprobó el Plan de Adaptación al Cambio Climático del sector Turismo.

En la instancia también se aprobó el plan de Pesca y Acuicultura, con lo que se dio un importante paso en la implementación de la Ley de Cambio Climático. Ambos documentos son instrumentos fundamentales para establecer medidas y acciones que permitan aumentar la resiliencia y preparación de estos sectores a los impactos de este fenómeno.

La ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas, quien preside el consejo comentó que “es un hito relevante la aprobación de estos planes de adaptación, fruto de un trabajo de distintos ministerios y subsecretarías, que demuestran el interés del gobierno por avanzar decididamente en la lucha contra el cambio climático. Estos son importantes pasos para alcanzar la meta de ser un país resiliente al clima que establecimos en la Ley Marco de Cambio Climático”.

El Plan Sectorial de Adaptación al Cambio Climático del Turismo estableció como objetivo fortalecer la capacidad del sector para enfrentar el cambio climático, a través de la articulación intersectorial, acción preventiva frente a eventos climáticos, minimizando los impactos negativos del sector y logrando una mayor adaptación y resiliencia de destinos y servicios turísticos, integrando a las comunidades locales e incorporando el enfoque de género en todas las fases del desarrollo del plan.

Para conseguirlo se proponen cuatro objetivos específicos. Primero, fortalecer la institucionalidad y gobernanza, integrando instrumentos de gestión local y ordenamiento territorial. Segundo, promover experiencias sostenibles y resilientes gracias a prácticas que reduzcan impactos ambientales. Tercero, mejorar la capacidad de respuesta y adaptación mediante información relevante para la implementación de acciones y el establecimiento de canales de comunicación frente a monitoreos de desastres y eventos climáticos extremos. Y cuarto, conservar y restaurar los destinos turísticos, a través de la implementación de proyectos de mejora de la infraestructura, de restauración de la biodiversidad, de conservación de los recursos naturales y el cuidado del patrimonio urbano.