Actualmente, existe una demanda más preparada y los turistas, como un tipo especial de consumidor de servicios, también han evolucionado. Hoy nos enfrentamos a un turista más conocedor y exigente que sabe y desea vivir una experiencia única, memorable e inteligente.

Ante esto, no podemos cerrar los ojos. Debemos ser conscientes, ya que esta situación trae consigo un gran desafío al que debemos hacer frente: la hospitalidad es una gran oportunidad para crecer e incorporar valor a los productos turísticos. Todos –públicos, privados y comunidad– debemos trabajar mancomunadamente en fortalecer nuestros destinos y desarrollar el espíritu de acoger a quien destina recursos y tiempo para conocer nuestras playas, valles, parques nacionales, patrimonio y deleitarse con nuestros sabores únicos.

La hospitalidad es la base y debe tener una posición elemental en la estrategia de desarrollo de los empresarios y emprendedores del sector turístico, así como en las políticas públicas y los planes de desarrollo de las comunas. En resumen, todos somos actores clave y debemos aportar desde nuestra vereda.

Los especialistas hablan de la hospitalidad y la definen desde el enfoque en donde el propósito es “cuidar a las personas” y, dada la particularidad del turismo, es necesario atender todos los detalles, desde crear la necesidad y generar el deseo por visitar los destinos de Atacama hasta el momento en que nuestros visitantes regresan a su origen. Sabemos que este es un largo camino en que cada actor juega un rol fundamental y el profesionalismo o cualquier error influyen en la experiencia de los turistas; es así como la imagen del destino se ve afectada de manera positiva o negativa. Cabe preguntarnos, entonces, cómo estamos cuidando a nuestros turistas.

El turismo es diversificador de la matriz productiva, pilar de desarrollo económico, generador de empleo y un actividad priorizada en los planes de nuestro gobierno, por tanto, necesita del aporte de todos, no solo de las entidades públicas, las que sin duda debemos pavimentar el camino.

Es así como es prioritario y urgente que comprendamos que todos somos importantes en la experiencia turística de quienes deciden viajar cientos o miles de kilómetros. Por ello, la invitación es a que trabajemos juntos en la Región de Atacama por lograr un mejor desarrollo turístico, industria en la cual solo el 5% se puede dejar en manos del azar, pero un 95% se trata de estrategia y visión de futuro.