La temporada estival aún continúa. Muchos chilenos han postergado sus vacaciones y prefieren viajar en marzo por el país, aprovechando no solo precios más convenientes, sino también servicios y destinos más descongestionados. La Región de Atacama, en este sentido, no queda ajena a esta realidad nacional y, si bien se notó una disminución principalmente en la llegada de turistas argentinos durante enero, ya en febrero se vio una mayor normalidad al comparar las llegadas de turistas a establecimientos de alojamiento turístico respecto del primer mes de 2019.

Así las cosas, el destino Valle de Copiapó mostró un aumento del 0,4%; el destino Valle del Huasco creció un 11,6% y el destino Caldera-PN Pan de Azúcar lo hizo en un 17,9%, siendo este el segundo que más creció en la macrozona norte en el mes de febrero, alcanzando una ocupabilidad del 79,9%.

Pero estas cifras no solo dan cuenta del crecimiento del turismo interno y reafirman la tendencia de este fenómeno, también nos muestran la importancia de que el sector privado planifique la temporada estival, tal como lo hizo la empresa Geoturismo Atacama, una de las empresas beneficiadas del programa Sistema Inicial de Gestión Organizacional (SIGO). Desde la empresa señalan estar frente a la mejor temporada de los últimos diez años, gracias a que tienen una demanda organizada con reservas desde el mes de octubre del año pasado.

Otro de los operadores locales que evidenció cifras positivas fue Copayapu Travel, que vio un aumento de turistas durante febrero de este año, siendo su segmentación un 40% nacional y 60% internacional. Hecho similar es el de la empresa Indian Valley Explorers, que opera el Valle del Huasco y notó un aumento en la llegada de turistas extranjeros de larga distancia, como alemanes y franceses.

Esto deja en evidencia que el desafío está en focalizar los esfuerzos en la demanda turística organizada y no únicamente sobre la demanda espontánea, lo cual hace la diferencia en el desarrollo de los destinos, donde ser parte de la cadena de comercialización es básico si se busca marcar presencia en el mercado turístico, asegurar un flujo y no depender de factores externos. Esto es lo que buscamos para los destinos de Atacama y en lo que estamos concentrados junto al Gobierno Regional de Atacama, un posicionamiento con una base sólida, de calidad y diversidad en la oferta, en una región llena de contrastes y que lo tiene todo para ser un destino de clase mundial.