Sin lugar a duda, el eclipse total de sol que se verá en el territorio regional y en la vecina Región de Coquimbo es una inmensa oportunidad para atraer una corriente importante de turistas. A su vez, este fenómeno es un gran desafío que deberá enfrentar nuestra región, ya que deberemos mirarnos y reconocer todas aquellas oportunidades de mejora que debemos recoger para desarrollar el turismo de manera sustentable y profesional, como la actividad económica que es.

Ahora bien, más allá del reto que nos impone el eclipse, existe una importante visión que no debemos perder de vista: la diversificación de la oferta turística.

Por ejemplo, tras los problemas en la economía argentina, los turistas de ese vecino país que visitaron Chile tuvieron una baja de 40% en la última temporada estival.

Una cifra que también repercutió en Atacama, lo que nos hace reflexionar, por un lado, que no debemos depender de un solo mercado y, por otro, que no debemos focalizar los esfuerzos en un solo producto como es sol y playa.

Dicho lo anterior, el eclipse total solar que podrá apreciarse el 2 de julio del presente año es una oportunidad más para diversificar la oferta turística formal de la región, mejorar las condiciones de infraestructura que soporta la actividad turística y la vida de la comunidad y, por supuesto, y más relevante, invertir en la profesionalización del capital humano regional. Todo ello acompañado de una potente estrategia de promoción a mercados priorizados y a aquellos mercados que debemos comenzar a prospectar, como lo es Brasil.

No podemos seguir dependiendo de grandes eventos esporádicos, sea cual sea su naturaleza (eclipse, desierto florido, Dakar, Apec, entre otros), porque no son la única oportunidad que tiene nuestra región para destacar como destino nacional e internacional. Ya es sabido por todos que la riqueza de la región permite desarrollar productos turísticos diversos que abarquen todas las experiencias, para todos los gustos, desde el más sencillo hasta el más exigente.

El eclipse solar total es una excepcional oportunidad que debemos aprovechar al máximo, y estamos trabajando en ello, sin embargo, tenemos que recordar que nuestra Región de Atacama tiene mucho más que dos minutos y medio que ofrecer a sus turistas, visitantes y a la propia comunidad.