Desde la Región de Coquimbo, Andrea Wolleter destacó el positivo balance tras el eclipse solar que ayer tuvo a esta región y a la de Atacama como epicentros del turismo, hasta donde llegaron cerca de 350 mil visitantes para presenciar este fenómeno de la naturaleza.
En el cerro Tololo, a 2.200 metros sobre el nivel del mar y en uno de los observatorios científicos de AURA, consorcio internacional de universidades e instuciones astrónomicas de la Fundación Nacional de las Ciencias (NSF) de Estados Unidos, la directora nacional de Sernatur, Andrea Wolleter, observó el eclipse junto a científicos y académicos de todo el mundo, como el célebre premio Nobel de Física, el norteamericano Kip Thorne; y el rector de la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi.
Tras el fenómeno, la autoridad de turismo valoró la coordinación de los gobiernos regionales de Coquimbo y Atacama que hicieron posible que toda la jornada de ayer se desarrollara en completo orden y seguridad y, de esta forma, brindarles a los cerca de 350 mil turistas que llegaron a ambas regiones una experiencia memorable, esperando que se conviertan en “embajadores del turismo de Chile por el mundo”, consignó Wolleter.
“Las proyecciones previas al evento coinciden con el sondeo que ayer pudimos constatar. Se trató de una gran fiesta que congregó a turistas nacionales como internacionales y que se tradujo en grandes beneficios para todos los servicios turísticos, tanto de las localidades de la zona umbra, como aquellos ubicados en sectores más alejados”, señaló la directora nacional.
Una positiva experiencia que se pretende replicar de cara al eclipse solar del 14 de diciembre de 2020, que será visible en su totalidad en las regiones de La Araucanía y Los Ríos.
“Como sector, nos enfocamos en el capital humano, en capacitar a los servicios turísticos en temas de hospitalidad, así como también en generar conciencia en seguridad a través del llamado que hicimos a los turistas para preferir servicios registrados en Sernatur”, ejemplificó. Y añadió: “Nuestro foco estuvo en la diversificación, sofisticación y promoción de la oferta, pues lo importante es potenciar los destinos y las experiencias que ofrecen, considerando que el eclipse en sí dura 2 minutos, sin embargo, los turistas que nos visitan se quedan al menos 3 días en el destino y debemos estar preparados para satisfacer sus demandas”.
El eclipse solar realzó el valor de nuestro patrimonio astronómico, donde destacan, entre otros, el observatorio del Cerro Calán y el Observatorio Foster en Santiago, los centros de observación más antiguos de Chile; y desarrollar nuevas experiencias que combinen la astronomía con otras experiencias turísticas, tales como, “Vino y Estrellas”, “Astroturismo y Turismo Aventura”, “Astros y Agroturismo”, entre otras.
De la misma forma es un desafío el proteger y valorar los cielos oscuros, con el fin de evitar la contaminación lumínica, ya que, si esto incide en los observatorios científicos, el astroturismo también se verá afectado.
“Queremos ser líderes mundiales en astroturismo. Chile tiene una tremenda oportunidad en la próxima década en materia de astronomía al concentrar el 70% de la observación científica para 2025. Y, para que ello se traduzca en beneficios concretos para el sector, debemos comenzar a trabajar desde ya en levantar la oferta turística tanto a nivel comunal, como nacional”, concluyó la directora nacional.
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