Conoce la historia de la seleccionada de la Región del Maule para el concurso Mujer Empresaria Turística 2021, quien supo mantener a flote su negocio a pesar de la crisis provocada por la pandemia.
Soy Jeniffer Carolina Cáceres Quiroz, propietaria de Vaikava Turismo Aventura. Encontré motivación para iniciar mi empresa después de que en 2003 tuviera un accidente que me dejó con una discapacidad temporal. Durante todo el proceso de rehabilitación, conocí a muchas personas que no podían disfrutar de la naturaleza, ya que no había servicios que ofrecieran una oferta inclusiva.
Por eso, decidí crear el primer turoperador inclusivo de la Región del Maule, el que logré concretar gracias al programa Jóvenes Emprendedores de Sercotec. En el año 2017, Fedetur nos premió como la empresa más innovadora del país.
Lo más importante ha sido priorizar la solidaridad y la inclusión en el rubro turístico. Las acciones principales han sido concientizar al rubro sobre el turismo inclusivo y la accesibilidad a través de alianzas claves nacionales e internacionales. Junto con esto, como emprendimiento, realizamos acciones sociales en los territorios donde trabajamos, capacitando a todos nuestros proveedores de forma gratuita para articular una oferta inclusiva y accesible.
Vaikava Turismo Aventura es un emprendimiento con enfoque inclusivo que permite a personas con discapacidad y sin discapacidad acceder a una oferta turística para todas las personas. Mantenemos una responsabilidad social importante con las comunidades que trabajamos y un porcentaje de nuestras ganancias a proyectos sociales locales.
Las personas pueden acceder a trekking, kayak, rafting y senderismo en la Región del Maule. Que una persona ciega, sorda o con discapacidad física pueda realizar estas actividades es una innovación reconocida a nivel internacional. En 2017, Vaikava fue ganadora del premio Fedetur como la empresa más innovadora del país y, durante los años 2019 y 2020, el emprendimiento ha representado a la región y al país en distintos escenarios internacionales, como en CIATA en Ecuador y en el Congreso Internacional de Turismo Accesible en México.
La principal fue la discriminación por parte de otros colegas por ser una mujer guía de turismo aventura. Recuerdo cuando un colega me dice que, por ser mujer, no podría guiar una balsa de rafting; lo que mi colega no sabía era que en un semestre completo tuve kayak, rafting y buceo en Santiago.
Maule, en general, es una región tradicionalista y machista en el sector del turismo, donde las mujeres tenemos que trabajar el doble para insertarnos en el mercado. Las estrategias que utilicé fueron comenzar a generar redes con organizaciones de personas con discapacidad, posteriormente, trabajar con redes especializadas en accesibilidad a nivel nacional y, finalmente, hacer redes a nivel internacional, gracias a la innovación que hemos desarrollado para el turismo inclusivo en la región.
Un accidente siempre cambia la vida. De un momento a otro, perdí mi autonomía y era mi madre quien se tenía que hacer cargo de mí por completo. En mi proceso de rehabilitación, valoré la vida, caminar, correr y la naturaleza como nunca antes, sin embargo, también conocí que muchas personas no pueden llegar a espacios naturales ni vivir experiencias de turismo aventura por la falta de accesibilidad; desde ese momento, siempre pensé en crear un emprendimiento que fuera para todas las personas.
Sin mi mamá, mi tía y mis amigas no lo hubiera logrado, las mujeres son pilares fundamentales para otras mujeres. Mis primeras redes internacionales también fueron a través de mujeres, muchas de ellas actualmente nos ayudan a capacitar a nuestros proveedores para tener espacios más inclusivos. En cada idea, sueño con que el turismo sea un espacio para mujeres, que brinde más oportunidades y menos discriminación, y que esas mismas oportunidades puedan ser accesibles para otras mujeres.
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