Colombiana y con poco más de 30 años, Natalia Bayona trabajó durante diez años en ProColombia, donde desarrolló estrategias para fomentar la exportación, la inversión extranjera y el turismo para su país. Desde ese rol, uno de sus grandes aciertos fue liderar al equipo que creó la primera y más exitosa campaña de turismo internacional: Colombia, el riesgo es que te quieras quedar, con la que cambió la imagen del país en el extranjero.

En 2010, y como asesora de turismo en la oficina de ProColombia en Chile, logró capacitar a más de mil empresarios chilenos y argentinos para mostrar oportunidades de negocios con Colombia. “He estado muchas veces en Chile y he tenido la fortuna de vivir allí por dos años y medio. Tuve la oportunidad, iniciando mi carrera, de dirigir la promoción turística de Colombia en Chile y de mostrarles a los chilenos, tour operadores, aerolíneas y agentes de viajes por qué Colombia era un país viable. Hoy, después de volver, no solo expreso mi cariño, sino que veo un país más desarrollado, más pujante y más comprometido por desarrollar el emprendimiento a nivel turístico, veo un país de grandes contrastes donde efectivamente el desierto, la montaña, el ski, los lagos, y, sobre todo, esa cultura muy arraigada a las fiestas patrias que es única, permite que se pueda promocionar a Chile no solo como un destino altamente diverso, sino también como sostenible y potencia en turismo aventura”, sostuvo Bayona durante su visita a Chile.

Usted es directora ejecutiva de Innovación de la Organización Mundial del Turismo, ¿qué significa ser innovador?

“Soy experta en innovación y transformación digital para la Organización Mundial del Turismo. Para muchas personas ser innovador significa ir a la Nasa o buscar resultados inalcanzables, por eso muchas veces las personas se limitan a no innovar porque piensan que es un proceso muy difícil. Para mí, la innovación es la combinación de tres cosas: creatividad, desarrollo y eficiencia. Entonces uno puede innovar incluyendo la tecnología porque va a ser eficiente, rápido y, sobre todo, porque puede desarrollar modelos de negocios, pero también se puede ser innovador sin usar la tecnología. El desarrollar nuevos paquetes turísticos en Chile, por ejemplo, personas en situación de discapacidad que hagan rafting o que puedan escalar teniendo las mismas experiencias que un tour tradicional, es innovación porque efectivamente se está desarrollando un valor agregado con un modelo de negocio sobre un nicho específico en el que nadie ha incursionado”.

¿Cómo se aplica la innovación a la industria turística?

“La innovación se aplica de dos maneras en la industria turística. Hay una innovación tradicional que está en los paquetes turísticos y en la manera en cómo los destinos se promocionan, es decir, usar campañas disruptivas, usar una marca país que efectivamente sea única y que logre generar cierto compromiso con quien la escucha y de esa manera lograr resultados importantes y eficientes. El otro uso de la innovación es el famoso ecosistema del emprendimiento, las famosas Start-Up o emprendedores de temprana creación, pero con altas capacidades de crecimiento, sobre todo con el uso tecnológico, con ideas disruptivas, novedosas en la manera cómo se puede viajar, cómo se puede ganar dinero, tanto para los hoteleros como para la industria en general, incluyendo a las aerolíneas y tour operadores. Eso también es innovación. Por eso es tan importante trabajar articuladamente. Para innovar se necesita un ecosistema, se necesita que todos estén articulados, que todos trabajen en equipo”.

¿Cómo ve a la industria turística de Chile en términos de innovación?

“En América Latina la industria turística tiene un gran reto en materia de innovación, como lo es crear su ecosistema de emprendimiento. Los países de América Latina y, puntualmente Chile, tienen un ecosistema de emprendimiento generalista, completamente interesante, lleno de grandes ideas, lleno de grandes oportunidades, gracias al empuje y al desarrollo de políticas públicas y de proyectos que el sector público ha generado, como Corfo, las líneas de apoyo y de crédito a emprendedores como es el caso de Start-Up Chile y su creación y la promoción de Chile como un Start-Up Nation. Sin embargo, no es suficiente, necesitamos sí o sí desarrollar la vertical de turismo, poder conectar a los emprendedores con las aerolíneas, tour operadores y agencias de viajes más importantes para que esos empresarios se tecnifiquen. Tenemos que ayudar a las pymes a que accedan a nuevas tecnologías, tenemos que digitalizar a los guías turísticos para que no sea tan rudimentaria la manera cómo atienden a los turistas internacionales. Tenemos muchísimo por hacer y esa es la mejor ventaja que tiene Chile, un potencial y una oportunidad para innovar”.      

¿Cómo la industria turística puede fomentar una actitud de innovación permanente?

“La industria turística tiene que fomentar una cultura de innovación permanente porque la innovación es un estado mental. Yo no digo hoy que soy innovadora y mañana no.  Es todos los días. ¿Cómo se hace eso? Creando el ecosistema, ya que es el único lugar donde pueden confluir los actores claves que permiten trabajar en equipo”.

¿Qué ejemplos concretos puede darnos en términos de cómo innovar en turismo?

“Me encanta la manera como varios países han desarrollado sus campañas de promoción. Por ejemplo, Eslovenia usó la palabra de su país y resaltó el “love” para decir que ese era un país amoroso, creativo y amigable con los turistas. Australia, hace un tiempo, se promocionaba como destino con el objetivo de hacer un llamado a los turistas a que fueran a trabajar allí, considerando que es uno de los mejores países para vivir. Me fascina el caso de Israel donde ya hay desarrollos muy avanzados en materia de ciberseguridad, por ejemplo, para todo tipo de transacciones que hacen a nivel digital las agencias de viajes. En el caso de Chile, me encantó un emprendedor que busca, a través de la tecnología, recrear las mismas experiencias y emociones que siente un turista al lanzarse en un bote de rafting mediante una app para personas en situación de discapacidad”.

¿Cuál ha sido el regalo más innovador que le han hecho?

“¡Por supuesto que no fue un pendrive! Lo más innovador que me han regalado fue el año pasado en Macau, donde fui panelista en el Global Tourism Economy Forum. Y qué mejor regalo que estar en China y tener un dispositivo que permite traducir en tiempo real del mandarín al español. La maquinita es tan inteligente que puede traducir 32 idiomas. Sin duda, esta sería una gran herramienta aplicada al turismo”.