La autoridad regional de Turismo, Paola Núñez, destacó la temporada del destino y los pasos hacia la entrega total de calidad y servicios.
La región cuenta con tres establecimientos con el Sello Q.
Licores artesanales, verdes montañas y una laguna en medio de un microclima envidiable no son todos los atractivos que hacen de Quillón uno de los imperdibles de la Región del Biobío. Sus cabañas, departamentos turísticos, salones de eventos y toda una completa gama de servicios también son parte de lo que hoy ofrece el Valle del Sol, destino de muchos durante los fines de semana que día día sigue el camino de una total profesionalización.
Y es que el complejo Antü se unió a los establecimientos de Quillón que hoy cuentan con el Sello Q de Calidad Turística de Sernatur, una marca que certifica que los servicios de turismo cuentan con todos los estándares de calidad que aseguran que la experiencia turística sea acorde a las expectativas de viajeros y viajeras.
Confianza y calidad garantizada en un sello que, según la directora regional de Sernatur Biobío, Paola Núñez, significa “una distinción que refleja los pasos de un destino que cada verano es parte de los líderes en llegadas de turistas y que hoy es uno de los lugares con mayor presencia de este sello. Es, además, un reconocimiento importante a la labor personal de los empresarios y un modelo a seguir para todos aquellos que hoy somos partes de la industria turística regional”.
Bien lo sabe Benjamín Weissglas, propietario de Antü, recinto que se ha posicionado dentro de la industria local y que esta tarde fue reconocido por la entidad de Turismo con el sello Q. “La calidad del servicio y la confianza que ofrecemos son la base de un trabajo que, a lo largo de los años, se ha visto premiado con la fidelización de nuestros clientes. Además de nuestros servicios complementarios, nuestras cabañas de estilo mediterráneo o nuestros salones de eventos o minigolf, ellos encuentran tranquilidad y relajo con estándares de la mejor calidad”, comentó.
Pero nada de esto sería posible sin un trabajo constante y cuidadoso, tal como señala Lucía Pérez, del complejo turístico Agua Linda, certificado y con más de veinte años de trayectoria en el rubro turístico. “Comenzamos de a poco, pero con esfuerzo y con una mirada integral de lo que queríamos hacer; los visitantes cada día nos han premiado con sus preferencias. Esta temporada nos fue de maravilla y lo atribuimos a la gran calidad de nuestro servicio”.
En la misma línea, Edith Rosas, de cabañas certificadas Las Totoras, aseguró que “a pesar de que muchas veces se puede estar cansada del trabajo constante de todo el año, los clientes hacen que siga haciendo el trabajo con mucho amor y dedicación. Muchas veces, más que clientes ellos se vuelven nuestros amigos”.
Desde el Servicio Nacional de Turismo aseguran que la recomendación antes de cualquier viaje es informarse y organizarse con tiempo y preferir los servicios que cuenten con el Sello de Calidad Turística. Así, los y las viajeros y viajeras podrán contar con un respaldo que se compromete con la seguridad, calidad y confianza.
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