De acuerdo a los organismos técnicos que monitorean la zona, sólo existen 3 kilómetros de exclusión en torno a los cráteres del volcán, lo que no afecta el desarrollo de las actividades turísticas en esta zona de la Región de Biobío.

Un llamado a la calma y a la información responsable, es el principal mensaje de las autoridades y empresarios turísticos de Valle las Trancas por el aumento de la actividad en el complejo volcánico Nevados de Chillán. Un estado que según el Observatorio Volcanológico de Los Andes del Sur (OVDAS) del Servicio Nacional de Geología y Minería (SERNAGEOMIN), es de alerta amarilla pero que no afecta directamente a las actividades relacionadas con el turismo en la zona cordillerana.

Una de las medidas de precaución relacionadas con el aumento de la actividad volcánica es el radio de exclusión de 3 kilómetros en torno a los cráteres actualmente activos. En la práctica,  según informa el Centro de ski Nevados de Chillán, esto incluye parte del  andarivel Otto  el cual podrá seguir operando, y  andarivel Mirador, que  funcionará  hasta su salida intermedia. Todas las pistas del centro seguirán operando con normalidad  según lo permitido.

La Directora Nacional de Sernatur (TP) Marcela Cabezas Këller, participó de una jornada de sociabilización con la comunidad y con los empresarios turísticos del Valle Las Trancas, junto al Director Nacional de SERNAGEOMIN, Rodrigo Álvarez y el Director Nacional de ONEMI, Ricardo Toro; quienes dieron a conocer la actual situación del Complejo Volcánico Nevados de Chillán en el marco de la alerta amarilla que está decretada desde el 31 de diciembre de 2015.

Marcela Cabezas señaló que se trabaja con la lógica de coordinación interinstitucional, por eso la presencia de los tres organismos de Gobierno en la zona, quienes están trabajando para realizar acciones preventivas y resguardar en primer lugar la seguridad de las personas. Respecto al desarrollo de actividades productivas, especialmente vinculadas al turismo, la directora de Sernatur señaló que tanto la comunidad como los operadores turísticos deben aprender a convivir con el  fenómeno ya que este nos puede acompañar por un buen tiempo, sin embargo, dada las restricciones hoy existentes, la actividad turística puede operar de forma normal fuera del radio de exclusión de 3 km.