Por Juan Pablo Baquedano, Diario La Segunda.
Jacynthe Bordreau (32) estudió turismo aventura en Quebec, Canadá, donde se especializó también en accesibilidad universal en lugares turísticos e hizo intercambio en Francia y Argentina. Tanto le gustó la Patagonia sudamericana, que hace 12 años se vino a trabajar como guía de turismo a Puerto Varas y se quedó para siempre.
Hace tres años formó una agencia de turismo aventura -Jass Puerto Varas-, que realiza expediciones en kayak, caminatas por parques y volcanes de la Región de Los Lagos y que figura en la Primera Red de Prestadores de Servicios Turísticos Accesibles de Sernatur.
Precisamente, es el servicio estrella de Jass. En él, pasajeros con movilidad reducida pueden realizar deporte aventura con ayuda de doctores, fisioterapeutas y voluntarios locales.
“La primeras actividades de este programa fueron con una ONG belga llamada Proyect U/Turn, que hace turismo aventura como una forma de rehabilitación y que lo ha hecho en España, Marruecos y otros países de Europa. Nos contactaron, y el 2015 hicimos juntos una travesía de 17 días con 15 personas con discapacidad física, entre Chiloé, alrededores de Puerto Varas y Valle Puelo. Fue todo un éxito. Desde entonces hemos estado trabajando en esto”, comentó Bordreau.
“En el trekking ocupamos sillas de ruedas especiales, con una rueda delantera extra, son todoterreno para cruzar por piedras volcánicas y todo tipo de superficies. Ellos van con cojines, a veces amarrados, y son asistidos en todo momento con cuerdas y personas que los empujan. Llegar a la falda de un volcán es todo un logro”.
-Andar en kayak suena muy desafiante para ellos.
– Hacer deporte aventura puede incluso hacerlos olvidar su discapacidad. Eso ocurre por ejemplo con el kayak, porque se trabaja con la parte superior del cuerpo, así que quienes andan en silla de ruedas o tienen prótesis inferiores, estar en un kayak es como no tener problemas, se sienten 100% funcionales. Trabajamos con unos kayak especiales que trae una ONG, con soportes especiales para silla y remos. Lo hacemos en mar y en embarcaciones dobles, siempre acompañados.
-Revisando testimonios encontré solo extranjeros, ¿por qué?
-Efectivamente, los europeos son los que más vienen, porque tienen cómo cubrir los costos ($70 mil el día de kayak por los fiordos y $65 mil el trekking sin silla especial incluida). Muchos tienen sus propias sillas (cuestan $4 millones nueva). Sucede que en Europa, cuando las personas se accidentan, reciben una indemnización social que les asegura seguir recibiendo su sueldo hasta que se jubilen, aunque no puedan seguir trabajando. Eso les permite desarrollar otras actividades y les otorga mucha independencia y autonomía. Acá, si te diagnostican esclerosis múltiple, te pueden llegar a despedir incluso antes de perder toda tu movilidad. En Chile, los discapacitados casi no reciben ayuda económica. Sólo de su familia directa.
-Un artículo de “La Razón” de España sostiene que el grado de atrevimiento de una persona con discapacidad física, en este tipo de deportes, está dado por su nivel de autonomía.
-Absolutamente. El tener autonomía les cambia la mente, se dan cuenta de que pueden lograr las cosas, aunque sea con mucho esfuerzo. Les levanta mucho la autoestima, su calidad de vida mejora, porque no caen en esa rueda depresiva de no poder hacer las cosas.
“El deporte los ayuda a ir más allá de sus propios límites”
“Muchas veces son los familiares los que prefieren no arriesgarlos, por miedo a que se lastimen o que tengan más secuelas de su problema. Es por sobreprotección, porque en muchos de estos casos casi perdieron a este familiar. Los frenan, les dicen que cómo se les ocurre pensar en algo así”.
-Uno de los fundadores de U/Turn, Glenn Crynen, asegura que la idea de estos deportes inclusivos es juntar a personas con diversas discapacidades.
-Claro, solo así pueden aprender el uno del otro. Una persona no vidente empuja la silla de rueda de otra persona que tiene un problema en su tren inferior. Eso los obliga a tener buena comunicación y coordinación.
-Sven van de Velde, ex campeón de esquí no vidente, sostuvo que el turismo inclusivo otorga pruebas que son tan desafiantes como la vida.
-Lo comparto, porque en la vida cotidiana estas personas se encuentran con enormes inconvenientes para moverse y actuar. Con estas aventuras, los retos también son importantes, pero experimentan la sensación de poder superarlos o al menos luchar para lograrlo.
-Una pasajera belga con discapacidad física que excursionó con ustedes dijo en Patagonia Magazine: “No puedo aprender ni avanzar si estoy siempre en una zona protegida”.
-Eso es lo que sucede. Por lo general, las personas con discapacidad están en áreas donde no tienen mayores desafíos. Al exponerse y al necesitar hacer más esfuerzos que los habituales, en un tiempo concentrado, logran rehabilitación. El deporte aventura les ayuda a empujar e ir más allá de sus propios límites. Les permite sentirse capaces de hacer más cosas, o de alcanzar logros. Les potencia la idea de que si uno se propone algo, se puede alcanzar, con sacrificio y esfuerzo, pero se puede. La limitación se aleja.
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