A principios de la década de los noventa, llevó a una pareja de alemanes a conocer este atractivo hasta entonces desconocido. Los turistas quedaron impresionados y le recomendaron difundir este majestuoso escenario natural.
Con el tiempo, María Alicia detectó otra necesidad relacionada, que hoy es su principal motor en la vida: su camping Pudú de Puerto Río Tranquilo.
María Alicia Fernández viene del mundo del transporte, junto a su esposo encabezaba una empresa de buses desde Coyhaique a Cochrane. En esas lides, comenzó a vincularse con el turismo, recomendando a los visitantes nacionales y extranjeros los lugares para dormir, comer y visitar.
Todo lo anterior se conjugó con un terreno que tenía a orillas del Lago General Carrera, en la entrada sur de Puerto Río Tranquilo, comuna de Río Ibáñez, Región de Aysén. Este lugar, con el paso del tiempo, se convirtió en un sitio de esparcimiento para la familia y amigos hasta que un día logró un acercamiento con dos turistas alemanes. En su afán de buena anfitriona, se consiguió un bote y los llevó hasta las ahora conocidas Catedrales de Mármol.
“La pareja quedó impresionada y ellos nos mandaron más gente. Nos compramos el primer bote del lugar dedicado a este recorrido, en el que uno no siempre uno podía embarcarse, porque a veces había que esperar, pues el lago no siempre permitía acceder en cualquier momento”, explicó María Alicia.
“En esa espera, noté que no todos tenían donde pasar ese tiempo. Muchos de ellos andaban con carpas, así que habilité un lugar en mi terreno y comencé con el camping”, relató.
Ahí María Alicia detectó otra oportunidad tan potente como para dejar los tour a las Catedrales de Mármol y dedicarse por completo a levantar lo que hoy es Pudú.
Recuerda que comenzó sola,“con harto esfuerzo y de a poco se fue sumando mi familia. Me gané un Capital Semilla y seguí creciendo, ofreciendo un servicio con el concepto que los turistas eran mis visitas y yo la anfitriona, por eso, tenía que tener mi casa bonita para recibirlos”.
María Alicia Fernández sabe que emprender es difícil, sin embargo, tiene el ímpetu de la mujer que sale adelante en la Patagonia. Planificó metas anuales para cada temporada ofrecer nuevos servicios en su camping. Se informó, fue parte de una asociación gremial de turismo rural, se acercó a los servicios públicos pidiendo datos y logró capacitarse. Incluso, participó de giras técnicas para poner en práctica todo lo que aprendió de otras experiencias foráneas.
“Yo creo que el emprendimiento de la mujer en Aysén es muy importante, en el sentido de que también han sido pioneras al comenzar con pequeños emprendimientos sobre todo en las zonas rurales”, agregó. María Alicia recomienda: “Lo principal es mejorar los servicios y que siempre sean de calidad; tratar de hacer bien las cosas por más modestas que sean”.
Camping Pudú
Ahora su emprendimiento cuenta con sauna y camillas para masajes, catorce sitios habilitados con todos los servicios de primer nivel, muelle, playa y todo en un entorno privilegiado.
Una de las recompensas de su trabajo radica en que tiene clientes fijos, quienes, a su vez, y con el sistema de promoción más antiguo y efectivo, el boca a boca, la han potenciado como una emprendedora de éxito en la región.
“Estoy feliz”, sentencia, “fue un paso grande e importante que me permite ser autosuficiente. Sé que puedo hacerlo”.
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