El programa de turismo social Vacaciones Tercera Edad de Sernatur lleva más de dieciséis años beneficiando a los adultos mayores del país, facilitando el acceso a los beneficios del turismo de aquella parte de la población. 

Ruth Martínez está pronta a cumplir los cincuenta y nueve años y es primera vez que sale de la Región Metropolitana. También es primera vez que viaja en avión, pero eso no fue impedimento para unirse al grupo de amigas que junto a su hermana planeaban hace tiempo un viaje por el programa social de Sernatur, Vacaciones Tercera Edad.

Chiloé había sido el lugar escogido, sin embargo, la contingencia las hizo cambiar de parecer y llegaron hasta el otro extremo de Chile, que las recibió con veintiún grados y un sol esplendoroso que las hizo olvidar el frío Santiago que habían dejado horas atrás. Del aeropuerto, Ruth salió con una leve cojera y sostenida de su fiel muleta que le hacía más llevadero los dolores de espalda que sufre… o sufría, hasta que llegó a Arica.

Cinco operaciones desde el 2008 hasta ahora a la zona lumbar-cervical, que incluyen seis pernos en la columna, injertos de hueso y una placa de titanio en la nuca son las huellas con las que carga Ruth. Además, tiene glaucoma en el ojo derecho y una depresión que la aqueja hace un tiempo. Por todo su historial médico, fue pensionada por invalidez permanente-parcial y desde entonces decidió que quería disfrutar de todo lo que no había podido, aunque su espalda y los dolores fueran un impedimento. Por eso, cuando llegó a Arica, fue entusiasta al city tour por el centro de la ciudad, el que hizo caminando bajo un lindo sol.

Ya finalizando el recorrido, cuando llegaron al árbol de alcornoque que está frente a Sernatur y que, según cuentan los ancestros, tiene poderes curativos, Ruth lo abrazó y pidió que, por favor, sus dolores disminuyeran. “Le pedí con tanta fe, lo abracé y le pedí que se fueran. Apoyé mi espalda también. Yo no sabía que tenía poderes sanadores y resultó ser así”, cuenta.

Desde ese momento “y como por arte de magia”, asegura Ruth, sus dolores se fueron. Al otro día dejó la muleta fiel que la acompañaba sin extrañarla. El domingo, día en que el Sernatur organiza una fiesta para adultos mayores en la discoteque Sunset, bailó tres horas sin parar y sin muleta.

Explica que “todos me molestaban y me preguntaban por la muleta, pero te juro que no la necesito. No tengo dolor. Incluso he corrido por la playa, fui a Tacna y no necesité llevarla. No sé qué le voy a decir a mi doctor cuando vuelva a Santiago”.

El programa de turismo social Vacaciones Tercera Edad de Sernatur tiene dieciséis años a nivel nacional y quince en la Región de Arica y Parinacota, que posee uno de los destinos más solicitados, llegando a más de cuatro mil personas por programa y teniendo ya a sesenta y cinco mil beneficiadas.

Quienes quieran comprar estos programas de viajes deben tener sesenta años cumplidos o ser jubilado, pensionado, montepiado o con alguna discapacidad al momento de adquirir el paquete, pudiendo ir con un acompañante mayor de dieciocho años.

Ruth afirma que la fuerza que tiene Arica y el Tata Inti (Padre Sol) la sanó: “Acá el clima es exquisito, mientras en otros lados ya es invierno acá el clima es muy rico. La región además es preciosa, la gente muy amable, dan ganas de quedarse a vivir acá”.

Los días de vacaciones en Arica ya se terminan para Ruth y sus amigas del grupo Arcoiris, sin embargo, ella dice con seguridad que va a volver a venir. Esta vez, eso sí, le gustaría que sus hijos la acompañaran. “Quiero disfrutar esto con ellos y que me crean que Arica te sana el cuerpo y el alma. Ya le perdí el miedo al avión así que ahora no paro de viajar”, asegura riendo.