Entre inciensos, hojas de coca y serpentinas de colores, la Escuela de Gastronomía y Turismo del instituto Iplacex realizó una Pawa, ceremonia tradicional del pueblo Aymara, donde se agradeció a la madre tierra y se pidió su bendición para celebrar el Año Nuevo indígena en Chile.

La actividad fue dirigida por el director de la escuela, David Barraza, el dirigente del Club del Adulto Mayor “Una luz en el desierto” de la comuna de Huara, Fernando Muñoz; y en ella participaron el encargado nacional de Capital Humano de Sernatur, Cristián Encina, y estudiantes de tercero y cuarto medio del Colegio Polivalente Gerónimo de Alderete de Pudahuel.

El profesional de Sernatur, Cristián Encina, agradeció la invitación y realzó el valor de las culturas tradicionales del país: “Es fundamental para el turismo rescatar la identidad nacional, recodar la importancia del vínculo con el Sol, el Tata Inti, el respeto a la tierra, la naturaleza, la Pachamama. Un valor que Sernatur busca promover a través de distintas estrategias de sustentabilidad”, dijo. “Nos enorgullece hablar de nuestras culturas milenarias, queremos enseñar y mostrar el valor que tienen las raíces de nuestro país. Esta Pawa es para agradecer eso”, concluyó el profesional de Capital Humano.

“Durante mucho tiempo se perdió el valor de las tradiciones y como indígenas tuvimos vergüenza de nuestra identidad” reconoció el director y miembro del pueblo aymara, David Barraza, quien agregó que con estas actividades se busca recordar y dar realce a las tradiciones de nuestros pueblos originarios.

Por su lado, Fernando Muñoz, quien viajó especialmente desde la Región de Tarapacá para encabezar la ceremonia, destacó el espacio entregado por Iplacex para “mostrar a las nuevas generaciones el valor espiritual y sagrado de la Pawa”. Además, aseguró que “como pueblos originarios estamos abiertos a compartir nuestra cultura y que todo el mundo la conozca. Agradecemos profundamente este espacio para reflexionar y celebrar el solsticio de invierno con las y los jóvenes”, añadió.

El 21 de junio se celebra el Año Nuevo de los pueblos indígenas, a través de distintas ceremonias a lo largo de Chile, pues la fecha marca el inicio de un nuevo ciclo de la naturaleza a partir del solsticio de invierno. Es el día más corto del año porque se trata del momento en que la Tierra está más inclinada con respecto al sol y por ello recibe menos luz.