Caterina fue la emprendedora seleccionada en la Región de Tarapacá para el concurso nacional Mujer Empresaria Turística 2018, que releva el rol de las mujeres en el turismo.
Pionero en fomentar la gastronomía sustentable, con identidad regional, a un precio justo y basado en una economía circular en el Tamarugal. Eso es el Mercadito Rústico Tarapacá, agrupación que concentra a más de treinta emprendimientos que resaltan las bondades de la Región de Tarapacá no solo mediante sus sabores, sino que también gracias a los talleres gratuitos y las actividades que dedican a la comunidad.
Mercadito Rústico fue creado e incentivado por una mujer. Esa mujer es Caterina Javiera Alvarado Olcay, que reunió a dos mujeres más para poder seguir avanzando. El equipo, entonces, estaba formado por una chef, una nutricionista y una ingeniera. La gracia está en que, con el tiempo, el Mercadito fue mutando y hoy ofrece también un espacio para mostrar el talento de artesanos y artistas de la zona.
“Es, sobre todo, una cocina consciente, activa y creativa”, dice Caterina, su fundadora, que explica que todo nació por el conocimiento que tenía de su región respecto a la calidad y los productos de valor. Lo sintetiza así: “En colaboración y con trabajo en equipo, las cosas sobresalen. Si gana uno, ganamos todos”.
Con ese principio de trabajo colaborativo, sentía que la cocina ancestral debía volver a nuestros tiempos, pero desde sus orígenes. “Mostramos turismo de manera sensible, que el cliente se sienta feliz de llevarse un producto con amor. Es innovación que quiere generar un actuar e impacto, queremos ser un ícono, para resaltar de manera unida nuestra identidad regional”, recalca.
–¿Cómo nace la idea de agrupar a todos los empresarios gastrónomos de Iquique?
–Antes de iniciar esto, los emprendedores gastronómicos estaban muy solos, con problemas complicados con la resolución sanitaria y otros temas. Y me atreví a realizar algo distinto en nuestra ciudad, agrupándonos, haciendo alianzas estratégicas para poder resaltar nuestra cultura y la alimentación saludable. Se ha convertido en una familia, que está en las malas y en las buenas.
Por este modelo de autogestión que están llevando adelante en el norte del país, Caterina y los demás empresarios del Mercadito fueron condecorados como el Mejor Emprendimiento de 2017, premio otorgado por Asech en la Cumbre de Emprendimiento e Innovación. Además, como fundadora, fue elegida una de las Jóvenes Líderes de Tarapacá.
A sus treinta y un años, Caterina Alvarado Olcay encuentra explicación de este éxito en el hecho de que “innovamos con productos sustentantes, lo que da un valor agregado a todas nuestras puestas en escenas. Además, hay diversos profesionales que entregan sus conocimientos, tanto en áreas de investigación, alimentación, educación, nutrición y cultura, como también hay gente de oficio, para quienes el Mercadito ha sido una plataforma de sustento en su hogar”.
Para Caterina, estos frutos también son parte del apoyo público-privado que han logrado concertar. Algunos de los miembros del Mercadito Rústico Tarapacá son beneficiarios del Nodo de Nutrialimentos de Corfo, otros ha trabajado con Prochile. Todo esto ha llevado a que esta empresaria iquiqueña fuera selecciona en la Región de Tarapacá para el concurso Mujer Empresaria Turística, certamen mediante el cual el Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género y Sernatur destacan cada año los emprendimientos del sector liderados por mujeres.
Mercadito tiene diversos roles y las mujeres toman un papel preponderante en cada área. Para Caterina, “eso hace que nuestro proyecto sea más sensible, llegue a la persona, que se lleva una experiencia y no algo que va a olvidar. Nuestros clientes nos siguen y les encanta”.
El cambio para Caterina Javiera vino antes, cuando su hijo Bastián fue diagnosticado como alérgico crónico alimentario, respiratorio y con urticaria. Estos motivos le dieron las fuerzas para impulsar este proyecto. De este modo podría ayudar a otros pacientes que lo mismo y, en adición, trabajar en colaboración y unir fuerzas para poder mostrar al mundo que Iquique tiene potencial en cuanto a gastronomía.
Y no encontró mejores aliadas para esta lucha que en las mujeres. “La mayoría en Mercadito son mujeres con familias power, que trabajan en conjunto para poder tener un sustento, mejorar la calidad de las personas, entregar cultura y conocimiento a la comunidad que quiera aprender”.
–¿Qué ha significado el Mercadito para ti?
–Es una energía que trascenderá por generaciones. Acá hay mujeres que estaban en riesgo social y ahora tienen negocios, una venta que puede ayudarles a vivir mejor y con calidad. No hay barreras ni diferencias económicas, todos somos uno. La mujer Mercadita se atreve, tiene coraje y siempre va a inspirar.
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