Resuelta, sofisticada, sensible y, sobre todo, alegre. Así es Cecilia Cortés, secretaria bilingüe que, luego de varios años en la región, se dedica a lo que más le gusta hacer: “Estar al servicio de las personas”.
Cualquiera que llega al bed and breakfast llamado Raíces, ubicado en la comuna de Coyhaique, puede comprobar la vocación de Cecilia Cortes. La atención, los detalles, incluso su positivismo extremo, la caracterizan, logrando generar una comunión especial con sus pasajeros a través de la atención hogareña que ofrece a sus huéspedes.
Pero son las vueltas de la vida las que trasladan a Cecilia a su escenario actual, convirtiéndola en toda una empresaria turística. Desde siempre le gustó el diseño, generar espacios comunes agradables y, recalca, especiales. A través de su talento innato fue desarrollando esta veta, la que la llevó a convertirse en toda una empresaria de la decoración en Coyhaique en tiempos en que jamás se había hablado de estos temas. Luego, se formó en telar de alta costura, como ella lo declara, desarrollando distintas piezas e instalando con dos amigas más una tienda en pleno centro de Coyhaique denominada Kayenk.
Tantas fueron sus ganas de realizar diversos proyectos que incluso llegó a tener una tienda de souvenirs y telares en Puerto Natales por tres años, con la cual alcanzó un tremendo aprendizaje. Su relación con los turistas siempre iba más allá de la simple venta, pues, a medida que se generaba la conversación, surgían las recomendaciones turísticas, sobre qué visitar y las distancias entre un lugar y otro, llegando a cumplir un rol fundamental en la orientación de los viajeros y viajeras.
En esos años es que conoció a Paula Cárdenas, dueña del hostal Amerinda, que la hospedaba durante sus años en Puerto Natales. Recuerda que le llamó profundamente la atención el lugar: por fuera, era una simple casa de lata y, por dentro, encerraba la magia de los mejores rincones antes vistos. Claramente, de ahí algo tenía que aprender y surgir.
Sin embargo, un cáncer detuvo sus proyectos por un tiempo. Tuvo que dejar su tienda para enfocarse en un tratamiento médico por más de un año y encima enfrentar su separación tras trece años de matrimonio. Estos dos quiebres la llevan –como dice ella– “a realizar un FODA interno” y replantearse su vida con una actitud distinta y cuatro hijos a quienes educar.
De este modo, Cecilia comenzó la búsqueda de la casa de sus sueños: tenía que ser antigua, “vieja” y, sobre todo, con identidad. Sus manos ya estaban sanas y limpias para comenzar una nueva batalla y seguir adelante. Con todo, surge Raíces, este espacio que ha hecho hoy su hogar, un lugar acogedor, lleno de detalles y mucha identidad.
Cecilia Cortés hoy participa activamente como empresaria turística regional, sigue capacitándose día a día por entregar un mejor servicio. Instaló una minitienda de souvenirsy productos locales en su hotel, donde cada detalle acerca a los turistas al origen de Aysén. Dice que todos los días tiene mil ideas en su cabeza y las mismas ganas de iniciar nuevos proyectos, lo que la mantiene muy feliz, radiante y en paz.
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