Hilda fue la emprendedora seleccionada en la Región de Maule para el concurso nacional Mujer Empresaria Turística 2018, que releva el rol de las mujeres en el turismo.
En la Región del Maule, existe una experiencia turística irrepetible, que fusiona el turismo de bienestar con la historia y el patrimonio. Se trata de la Casona Re-Encuentro, donde los visitantes podrán descubrir aquella una conexión que hace enfrentar la vida con toda nuestra energía, a través de terapias y diversas actividades.
En una construcción del año 1870, en la histórica comuna de Yerbas Buenas, corazón de Chile, la empresaria turística Hilda Virginia Yáñez Becerra pone a disposición del turista un alojamiento rural, tipo bed & breakfast, en que el descanso y la relajación se viven de manera especial en este pueblo típico, patrimonio arquitectónico e histórico, un reencuentro con el equilibrio y la armonía entre cuerpo y espíritu.
Antes, terminaba su jornada laboral como mediadora familiar licitada y realiza las terapias a domicilio, “hasta que vi la oportunidad de realizar mi sueño, hacer terapias complementarias en mi casa, como la reflexología, masoterapia, flores de Bach, constelaciones familiares y otras”, recuerda.
Más tarde, gracias a que postuló a un fondo regional, pudo habilitar dos habitaciones para realizar las terapias: “Los clientes me preguntaban si podían quedarse a dormir, por eso decidí poner cuatro habitaciones con baño privado. Después, incorporé la piscina, la tina caliente, el sauna. En resumen, fui viendo oportunidades y así fui completando lo que hoy es Re-Encuentro”.
Para Hilda Yáñez Becerra, el trabajo asociado con otros emprendedores de la comuna ha sido fundamental, “su efecto es maravilloso, porque el esfuerzo personal sumado al de los demás se ve multiplicado. Mi sueño es que mi comuna patrimonial sea un lugar de descanso con diferentes espacios que descubrir”.
La vivencia que brinda este alojamiento con centro terapéutico innova en el sentido de que es un producto diferente al apostar por la tranquilidad de los huéspedes, quienes pueden disfrutar de una experiencia a la usanza de la Colonia, con comidas de la época, con ingredientes del territorio y producidos en la huerta de la casona. Para eso, el lugar dispone de una cocina de humo para compartir un asado o un rico mate.
Esta experiencia de relajación combina perfecto con el turismo rural y los paseos a caballo que se pueden disfrutar dentro del área de esparcimiento. El deseo de la empresaria que representó a la Región del Maule en el concurso Mujer Empresaria Turística 2018 es claro: “Mediante el turismo, queremos que la gente viva una experiencia colonial para conectarse con la naturaleza y uno mismo”.
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