Conoce la historia de la seleccionada de la Región de Atacama para el concurso Mujer Empresaria Turística 2021, quien supo mantener a flote su negocio a pesar de la crisis provocada por la pandemia.
Soy Daisy Rojas Marín, propietaria de Olivos Centenarios. Mi motivo fue valorar el olivo, la tradición familiar y la identidad del territorio. También observar cómo se arrancaban olivos, que se perdía parte de nuestro patrimonio natural, cultural y alimentario en los años noventa. Tuvimos la idea de aportar a un cambio: levanté información, rescaté elementos antiguos, como barriles, envases, romanas, documentos, etcétera. Y así nació Olivos Centenarios, con la ayuda de mi padre, un verdadero museo olivarero al aire libre.
Hoy cuento con un quincho sede para entregar toda la historia del olivo en el valle, los diversos sabores y variedades de aceite y aceitunas a través de la cata y la degustación para turistas, estudiantes y público local. Ponemos en valor nuestro origen diaguita, la tradición olivarera, por tanto, construimos un mural que refleja la llegada del español a este territorio diaguita, la relación con lo minero, todo en una antigua fábrica de aceite de la década del veinte. Luego, está el interés de los turistas por ver los olivos centenarios. Y así nació este producto turístico cultural.
La capacitación fue la alternativa para superar los momentos críticos de la crisis sanitaria. En el 2020 de portón cerrado, me dediqué a hermosear los jardines, arreglar cada rincón, apoyarme a través del contacto virtual con mis pares de gremios. Me capacité, hice un curso de primeros auxilios WAFA, pero lo fundamental fue participar de la capacitación de protocolos sanitarios ofrecida por Sernatur Atacama, para estar preparada en la temporada de enero y febrero de 2021. De esta forma, pude ofrecer un servicio seguro, creando los espacios adecuados para entregar esa seguridad al visitante. Siempre se puede aprender, crecer y mejorar, sobre todo en los momentos difíciles.
Una experiencia cultural, de sabores, de historia, de contacto con la naturaleza, en un territorio donde nuestros antepasados diaguitas dejaron su huella, pero en la actualidad, en un territorio en que el olivo es nuestro principal patrimonio y donde puedo hacer de todo esto un relato y un producto turístico: ofrezco una experiencia única, con identidad, con tradición familiar, colocamos al turista en contacto directo con el olivo, sus sabores y su historia con el territorio y su gente.
Me motiva entregar información y colocar productos de calidad y saludables para que los visitantes puedan llevarse algo que es parte de nuestra historia, del patrimonio alimentario y de la identidad. En 2018, gané el premio Más Valor Turístico de Sernatur, participé en varias grabaciones, como Recomiendo Chile, Sabingo, con Alipio Vera, uno del Consejo Nacional de Televisión con una grabación infantil y otras actividades para el Ministerio de las Culturas las Artes y el Patrimonio, además de capacitaciones de turismo rural de Indap. También obtuve cinco estrellas en Tripadvisor.
Fue un desafío emprender, conté solo con apoyo de mi padre. Pero eso me llenó el alma de fuerza: era realizar su sueño y el mío. Para eso, debía creer, ser pionera en mi territorio en turismo rural y cultural.
Fue difícil y ser mujer trabajando con olivos, más aún. Fue un desafío lograr un producto turístico. Comencé con el registro en Sernatur y busqué la asociatividad, así comencé a vincularme con otros empresarios del sector turismo, capacitarme con un diplomado en gestión del patrimonio turístico, en primeros auxilios, también divulgar en redes sociales y aprovechar las oportunidades, como estar próximo a la ruta costera para captar visitantes y turistas. Empecé a participar en ferias regionales y nacionales, como Expo Mundo Rural, Chile es Tuyo y participé en varias grabaciones de programas de televisión, pero siempre habrá nuevos desafíos y decisiones que tomar para continuar mejorando.
Hay que creer en un sueño, nunca dejar de creer, aunque parezca muy difícil. Hay que trabajar mucho, entregar un servicio y productos de calidad siempre. Hay que amar lo que se hace, para ofrecer 100% hospitalidad. Pero no podemos olvidar que es muy bueno y necesario buscar la asociatividad para fortalecerse y fortalecer el destino, que en su mayoría está integrado por mujeres de mucha garra. Hoy debemos mantener los protocolos covid, para ofrecer un servicio turístico seguro.
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