Cruzar las laderas y senderos del volcán activo más alto del mundo es el servicio que presta Yogaventura, el emprendimiento turístico de Brian Cameron Gálvez, un joven que desde el año 2010 visita los conmovedores paisajes de la cordillera atacameña con turistas principalmente extranjeros.

Una de las particularidades de su servicio es que toda la excursión incluye dieta vegetariana y sesiones de yoga en altitud. Actividades que hacen más relajada y, por cierto, más saludable la experiencia de subir al denominado “Techo de América” con las cumbres más altas del continente.

Sobre el impulso para crear esta alternativa Gálvez reconoce que confluyeron dos cosas, “por un lado mi pasión por la montaña y por otro mi hobbie que luego se transformó también en una pasión: el yoga. Además, esto se sumó a que  no existía otro servicio que tuviera alimentación vegetariana y yoga, elementos que hacen más rápida la aclimatación a la altura”.

“Ha sido bien buena la recepción de mis clientes, de los pasajeros y visitantes. No me queda más que continuar con esto”, señala Gálvez, quien recibe mayoritariamente a turistas europeos que buscan vivir la experiencia de conocer el Volcán Ojos del Salado en la Región de Atacama.

Una de las razones que lleva a contratar el servicio por parte son las garantías que ofrece, “siempre fue nuestro interés el poder prestar un servicio lo más seguro posible en cuanto a la zona geográfica que es una zona remota, agreste, pero que esa dificultad se puede minimizar en cuanto a los riesgos, la seguridad y la salud de los pasajeros en general”, señala el emprendedor atacameño.

Un ejemplo exitoso que se perpetúa gracias a los atractivos cordilleranos de la Región de Atacama, en la Provincia de Copiapó, y que incluye atractivos naturales como el último salar hacia el sur del mundo: El Maricunga, y los ecosistemas altoandinos más australes: Laguna Santa Rosa y Laguna del Negro Francisco.